DIPLOMADO EN ED. SUPERIOR UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL BENI: DIDACTICA Francisco Imbernón

EL PROFESORADO ANTE LOS RETOS DEL SIGL0 XXI. REPERCUSIONES EN LAS POLITICAS E INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
Francisco Imbernón
Departamento de Didáctica Organización Educativa de la Universidad de Barcelona.


El cambio educativo, que tanto entusiasmo y tantas adhesiones concitó en tantos paises a finales de la década de los ochenta y noventa, se ha ido incorporando al papel escrito y a las declaraciones públicas como un lugar común, pero que difícilmente se ve trasladado a la realidad de la práctica de la educación. Ya que un verdadero cambio educativo no puede plantearse seriamente sin poseer un nuevo concepto de escuela y de profesorado, sin definir una nueva política educativa.. ni sin tener en cuanta sus necesidades personales y colectivas de educación de la población.
También la institución educativa debe cambiar, debe convertirse en algo verdaderamente educativo y superar su concepto decimonónico ya obsoleto. Al otorgar un carácter educativo pretendemos distanciarnos de enfoques tecnológicas, funcionalistas y burocratizantes tan de moda en los últimos años. Acercándonos por el contrario a su carácter cultural, y a la posibilidad en lo educativo, de que ese dinamismo cultural transforme los saberes y las consciencias -y la estética- con los que intervenimos en la organización de la vida y el trabajo en las instituciones educativas. Sugerimos hablar de la escuela no tanto como "un lugar" sino como una manifestación de vida colectiva que en toda su complejidad, en toda su red de relaciones y dispositivos con una comunidad educativa, que muestra un modo institucional de conocer y de querer ser.
Pero para ello es necesario una reconceptualización importante de la educación por diversos motivos:
1. El incremento acelerado y el cambio vertiginoso en el conocimiento científico y en los productos del pensamiento, la cultura y el arte de la comunidad social, base de cualquier currículum (el conocimiento de la humanidad se duplica en breve espacio de tiempo).
2. La evolución acelerada de la sociedad en sus estructuras materiales, institucionales y formas de organización de la convivencia, modelos de producción y distribución, que se reflejan en el cambio inevitable de las formas actuales de pensar, sentir y actuar.
3. Los contextos sociales que condicionan la educación reflejan una serie de fuerzas en conflicto. Los veloces cambios de los medios de comunicación y tecnológicos han ido acompañados por profundas transformaciones en la vida institucional de muchas organizaciones.
4. La decadencia del binomio profesorado-alumnado, por un triángulo en donde un vértice lo compone un artefacto (medio audiovisual, impreso o informática).

S. El no analizar únicamente la educación como el dominio de las disciplinas científicas o académicas sino la necesidad de establecer nuevos modelos relacionases y participativos en la práctica de la educación,
La sociedad, el ámbito laboral y profesional cambia muy rápidamente. En los últimos tiempos se han cuestionado muchos aspectos que, hasta ese momento, eran inamovibles. Hemos visto como se ha ido cuestionando la educación estrictamente disciplinar y se ha ido completando con otros aspectos éticos, colegiales; se ha empezado ha dar importancia al bagaje sociocultural como puede ser la comunicación, el trabajo en grupo, la toma de decisiones, etc.
Pero, ¿qué significa todo ello para el cambio en la práctica educativa de las instituciones y políticas educativas?
En primer lugar y como aspecto básico, tomar en consideración la experiencia personal y profesional de los adultos, de sus motivaciones, del medio de trabajo -en suma, de su situación de trabajadores- y, por otra, la participación de los interesados en la educación y en la toma de decisiones que les conciernen directamente.
El factor de la contextualización será fundamental en la educación ya que el desarrollo de las personas siempre tiene lugar en un contexto social e histórico determinado, que influye en su naturaleza.
También en esta contextualización intervienen los diversos marcos sociales en los que se produce el desarrollo profesional, asumiendo su importancia. Y cuando hablamos de marcos sociales nos referimos tanto a los lugares concretos (instituciones) como a las cualidades que caracterizan los ambientes en los que se produce. En las instituciones educativas múltiples variables como son: la cultura de las instituciones, la complejidad de las interacciones de la realidad, los estilos de liderazgo, las relaciones y la comprensión por parte de la comunidad, las relaciones, etc. Y, todo ello se ha de tener en cuenta.
Ese escenario profesional será fundamental y, en ese escenario complejo, las situaciones problemáticas que aparecen en él no son únicamente instrumentales ya que obligan al profesional a elaborar y construir el sentido de cada situación, muchas veces única e irrepetible. La pregunta clave es: ¿cómo aprender a moverse (por no hablar de sobrevivir) en esas situaciones problemáticas?
Y no podemos olvidar el desarrollo de la persona como un factor importante. Esto nos lleva a considerar la gran importancia que tiene el aprendizaje de la relación, la convivencia y la interacción de cada persona con el resto del grupo.
Este análisis anterior nos ayuda a acercarnos a un modelo educativo que estaría fundamentada en diversos pilares o principios:

- Aprender de forma participativa, esto es colaborativa, analizar, probar,
- Crear nuevas estructuras organizativas.
- Conectar conocimientos previos con nuevas informaciones en un proceso coherente de educación.
- Aprender mediante reflexión y resolución de situaciones problemáticas de la práctica. Partir del contexto.
- Aprender en un ambiente de colaboración y interacción social: compartir problemas, fracasos éxitos.
ALGUNAS REPERCUSIONES EN LAS EDUCATIVAS
INSTITUCIONES Y POLÍTICAS
A partir del debate y el análisis de la ascendente actualidad en el sistema social y educativo de aspectos anteriores y la realidad de la desregularización, las ideas y prácticas neoliberales y conservadoras, el lenguaje común, el academicismo, los indicadores de rendimiento, la falsa autonomía educativa y el avance del gerencialismo educativo, es necesario establecer un debate en el análisis de las relaciones de poder y en las alternativas de participación.
Partimos de la premisa que delante del discurso neoliberal y del reforzamiento de la experiencia personal y, por tanto, del individualismo y el aislamiento en la profesión educativa que hace que se separe el compromiso y la satisfacción en el trabajo, beneficiando a los que se comprometen poco y facilitando en las instituciones educativas que no se sea solidario y se establezcan luchas internas, nos queda confrontarle, el discurso y la práctica de la verdadera colaboración y la participación.
En un primer momento desearíamos destacar tres ideas-clave a discutir: la existencia o no de un "poder del profesorado y de la comunidad educativa", entendido como la asunción por parte del profesorado y de los implicados en el proceso educativo del control sobre el proceso y organización del trabajo que se lleva a cabo en las instituciones educativas, supuestamente devaluado como consecuencia del ordenamiento cada vez mayor y de la fragmentación curricular, del aislamiento en las estructuras organizativas y arquitectónicas, de la organización impuesta y de la rutinización y mecanización laboral. ¿Es posible hacer "más poderosos al profesorado", sin detrimento de la comunidad educativa, para aumentar su consideración y estatus profesional y social? ¿Es posible que las claves sean la cooperación y la participación colectiva o sea, transformar los centros en comunidades de aprendizaje? ¿Es posible la elaboración de proyectos de centro mediante la explicitación de los intereses desde abajo que posibiliten una verdadera participación más allá de la participación normativa y legal?
La segunda idea cuestiona la legitimación oficial del conocimiento escolar y, como consecuencia, el de la organización escolar, que es a todas luces mecanicista, estrecha e insuficiente, y la necesidad de poner en contacto a la comunidad educativa con los

diversos campos y vías del conocimiento, de la experiencia y de la realidad organizativa y no únicamente al profesorado o a los escogidos entre ellos.
La tercera idea es el cuestionamiento de la institución escolar tal y como se está estructurando y, por supuesto, extendiendo en la formación. en el Sistema Educativo. La organización educativa tal y como actualmente está concebida y se desarrolla, forma parte de las diversas formas de desigualdad y opresión, y, por tanto es necesario una acción solidaria para desarrollar una nueva cultura organizativa alternativa enmarcada en una nueva práctica educativa y social. Recordemos a Freire (1987) cuando analiza la falacia de la neutralidad escolar, para construir una noción de la educación más politizada, y para desarrollar una pedagogía de la resistencia, de la esperanza o de la posibilidad.
La organización educativa ha sido un campo abonado de conocimiento repleto de contradicciones y con pocas brechas para establecer las luchas de resistencia y los mecanismos de contrapoder. Las pocas propuestas no tecnológicas y basadas en una verdadera relación democrática son muy etéreas y vacilantes, con la impronta del discurso académico vago. Se ha avanzado más en el terreno de las ideas y las palabras que en el de las prácticas organizativas alternativas. E incluso parece que hoy día poseemos algunos signos de estancamiento producto de muchos factores: la reforma que provoca ideas gerencialistas, el conformismo, la cultura social dominante, la rentabilidad buscada por las editoriales, la desorientación generalizada, el desconcierto intelectual de las Universidades, la división de los académicos con ideas alternativas ...
Necesitamos como el aire desarrollar nuevas formas de lenguaje y, sobre todo, prácticas educativas criticas alternativas que permitan desvelar el currículum oculto de la organización y descubrir otras maneras de ver el mundo, la escuela y su organización, Como nos dice Giroux (1990) hemos de analizar el progreso de una manera no lineal ni monolítica, integrando otras identidades sociales, otras manifestaciones culturales de la vida cotidiana, y otras voces secularmente marginadas.
Estas pinceladas aproximativas sólo sirven para situarnos en un debate que pretende la búsqueda de ideas y propuestas que incidan en los problemas genéricos y comunes de la organización de las instituciones educativas. Pero para ello hemos de profundizar para comprender que ocurre ante las especificidades relativas a las áreas del curriculum, en las estructuras espaciales como no posibilitadoras de nuevas culturas organizativas, en la participación activa de la comunidad, en la dinámica y comunicación de los grupos, en la E3scolarización pública, en la veloz implantación de las nuevas tecnologías de la información, en la integración escolar de niños y niñas con necesidades educativas especiales, o en el fenómeno intercultural.